Entrevista ofrecida por el Ministro de Asuntos Exteriores de la Federación de Rusia, Serguéi Lavrov, al Instituto Nacional de Información de Surinam, 11 de septiembre de 2019 – Ministerio de Asuntos Exteriores de la Federación de Rusia

Pregunta: Estos años últimos, las relaciones con Surinam se desarrollan con dinamismo. Hable con más detalle sobre la importancia que Usted atribuye a esta histórica visita a Surinam en el contexto del esfuerzo de Rusia por impulsar las relaciones con los países del Caribe.

Respuesta: Es cierto, estos años últimos, las relaciones entre Rusia y Surinam adquirieron una nueva dinámica, a lo que contribuyeron varios eventos emblemáticos: la primera en la historia de nuestras relaciones visita a Rusia de la Ministra de Asuntos Exteriores de Surinam, Yldiz Pollack-Beighle (octubre de 2017), así como la suscripción de dos documentos fundacionales que conforman la base de nuestra cooperación: el Tratado sobre los principios de las relaciones y el Convenio intergubernamental sobre los términos de la renuncia a los visados para los viajes recíprocos de los ciudadanos de nuestros países.

Consideramos a Surinam como importante socio en el fomento de la cooperación multivectorial con los Estados de la CARICOM. Planeamos ir impulsando la cooperación con esta subregión en los dominios prioritarios como contribución a un desarrollo sostenible, prestación de asistencia en la neutralización de las consecuencias de los desastres naturales, formación profesional de diplomáticos, agentes del orden público y de los servicios de emergencia de los Estados caribeños, promoción de intercambios en los ámbitos de la educación, turismo, cultura, las Humanidades, los deportes, promoción de iniciativas económicas.

Estas intenciones fueron confirmadas durante mi reciente visita a Paramaribo, donde discutimos en detalle los promisorios proyectos conjuntos en los ámbitos arriba mencionados. Ahora ante nosotros se plantea la tarea de cumplir los acuerdos alcanzados. Los ministerios y departamentos de Rusia ya aplican enérgicos esfuerzos por hacerlo.

Hago constar con satisfacción que nuestros Estados desarrollan una estrecha interacción en los organismos multilaterales, ante todo, en la ONU. Por nuestra parte, estamos dispuestos a ampliar la coordinación en la política exterior basada en el Derecho Internacional.

Pregunta: Usted ha participado en la reciente reunión ministerial de BRICS en Brasil. ¿Cómo evalúa la evolución de los acontecimientos en BRICS y la influencia de este grupo, tomando en consideración los actuales cambios geopolíticos?

Respuesta: Dada la creciente turbulencia en la política y economía mundiales, la cooperación en el marco de BRICS sigue siendo un ejemplo de la forma de organizar la interacción multilateral, respetando los principios de cada cual y consensuando las importantes decisiones conjuntas.

Una fehaciente manifestación de esta filosofía fue el encuentro de los ministros de Exteriores de BRICS celebrado el pasado 26 de julio Rio de Janeiro. En un ambiente de máxima franqueza discutimos los problemas actuales de las agendas global y regional. Las discusiones corroboraron la identidad o afinidad de las posturas de los cinco países hacia una amplia gama de temas concernientes al mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales. Nos pronunciamos a favor de ahondar la coordinación en las organizaciones multilaterales clave, tales como la ONU, el G 20, la OMC. Acordamos intensificar nuestros esfuerzos conjuntos para combatir el terrorismo y el crimen transnacional, así como para garantizar la seguridad internacional en materia de información.

El aumento de la asociación estratégica dentro de BRICS figura entre las prioridades de la política exterior de Rusia. No puede por menos de causar nuestra satisfacción el que el diálogo entre los países de BRICS haya cobrado un buen ritmo. Durante los años de su actividad – cabe señalar que este año, bajo la presidencia de Brasil se celebrará ya la XI cumbre -, BRICS pasó a ser uno de los importantes pilares de un nueva arquitectura del ordenamiento mundial multipolar, más justa y democrática, en proceso de formación. Los países de BRICS están comprometidos con los principios y normas clave del Derecho Internacional. Nos pronunciamos consecuentemente en contra de cualesquiera acciones unilaterales, no aprobadas por el Consejo de Seguridad de la ONU, incluida la intromisión en los asuntos internos o presiones sancionadoras. Todos los participantes comparten la opinión de que la única vía de arreglar los conflictos es la político-diplomática. Somos unánimes en cuanto a la necesidad de adoptar reglas de comportamiento responsables de los Estados en el espacio informativo, así como de suscribir tratados vinculantes que prohíban emplazar arma en el espacio.

La economía sigue siendo parte inalienable de la asociación, con tanta más razón que por su capacidad económica conjunta BRICS ha superado al G 7. Funciona con éxito el Nuevo Banco de Desarrollo que aprobó proyectos inversionistas por importe superior a los 10.000 millones de dólares. Lo mismo puede decirse respecto al fondo de bonos en divisas nacionales, llamado a mantener la estabilidad financiera de BRICS.

Avanza con dinamismo la cooperación en la cultura y las Humanidades, se entablan contactos entre personas. Para este año están programados no pocos eventos. Voy a mencionar tan sólo la tradicional Bienal Internacional de Arte Moderno que se abre a finales de septiembre en Curitiba (Brasil), el Foro Académico de BRICS que tendrá por escenario Brasilia los días 11 y 12 de septiembre.

Estoy seguro de que la cumbre de BRICS (13-14 de noviembre) marcará un importante hito en el fomento de la cooperación entre los cinco países en los tres derroteros magistrales de la asociación estratégica: la política, la economía, las Humanidades.

Pregunta: Nuestros países están separados por grandes distancias. Ello no obstante, como Usted destacó reiteradamente durante su visita a Surinam, ellos comparten los importantes principios reconocidos a escala global en el marco de nuestros esfuerzos por resolver los problemas acuciantes de las agendas regional e internacional. ¿Cómo podría contribuir Rusia a la discusión de las cuestiones regionales y a la preservación de América Latina y el Caribe como zona de paz?

Respuesta: Usted tiene toda la razón, la interacción ruso-latinoamericana tiene por norte una filosofía similar relativa a la política exterior que se basa en el respeto de la soberanía nacional, del Derecho Internacional, del papel protagónico y coordinador de la ONU en los asuntos mundiales.

Rusia no enfoca América Latina y el Caribe desde la óptica de los juegos geopolíticos con suma cero. Nuestro diálogo no apunta contra terceros países. La cooperación con América Latina y el Caribe es un derrotero autosostenible de la política exterior rusa y se desarrolla en una clave pragmática y desideologizada.

Lamentablemente, hoy por hoy, América Latina y el Caribe son objeto de unas fuertes presiones. Suscitan una profunda preocupación los intentos de EEUU de amoldar a sus intereses la situación política en América, a tono con el espíritu de la versión actual de la doctrina Monroe. Hablando en rigor, Washington se arrogó el derecho de emplear la fuerza, partiendo de sus propias interpretaciones, allí donde se le antoje para derrocar a los gobiernos que por unas u otras razones no le sean de agrado.

No cesamos de enfatizar que semejantes acciones de la Administración estadounidense socavan la seguridad y estabilidad regionales, provocan la atomización de las sociedades latinoamericanas, así entran en contradicción con la tarea de crear en América Latina una zona de paz, proclamada en la Declaración de La Habana aprobada en la cumbre de la CELAC en enero de 2014.

Rusia aboga consecuentemente por una América Latina políticamente unida y económicamente estable. Sólo a condición de ello el subcontinente podrá afirmarse como uno de los pilares del ordenamiento mundial multipolar. Estamos dispuestos a trabajar de mancomún con cuantos compartan nuestros criterios, en aras de mantener la paz y estabilidad en América Latina y el Caribe. Un buen instrumento de esta interacción sigue siendo el Tratado para la Proscripción de Armas Nucleares en América Latina y el Caribe (Tratado de Tlatelolco), primer documento legal internacional que establece el estatus desnuclearizado para toda una región. Estamos dispuestos a seguir desarrollando una fructífera cooperación con los socios latinoamericanos en lo relativo a robustecer el régimen de no proliferación nuclear.

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